RAID PARIS KABOUL PARIS 1970 Por Pedro Taracena Gil

HEMEROTECA

"CITROËN INFORMA 1970"

Transcripción:

el raid parís kaboul parís

1300 jóvenes al encuentro con el oriente

El famoso Raid Paris Kaboul Paris, concurso organizado por Citroën y Total, tiene por finalidad llegar a Kabul, capital de Afganistán, el país de los caballeros de Kessel. Se había elegido la ruta de las antiguas caravanas de la seda, la ruta de las conquistas de Alejandro Magno, de Marco Polo, el mismo camino recorrido por el Crucero Amarillo – Beirut a Pekín, de 1931 a 1932, utilizando las autocadenas Citroën-, también el itinerario del Rallye Londres-Sidney. En definitiva, un recorrido de ida y vuelta, de Paris a Perís, pasando por Suiza, Italia, Yugoeslavia, Bulgaria, Turquía, Irán y Afganistán. Total 16.000 Kilómetros.

Las condiciones de inscripción eran viajar a bordo de un 2CV, Dyane-6 o Mehari, y tener de 18 a 30 años.

El Raid efectuó su salida el primero de agosto de 1970 de Halles Rungis, realizándose el regreso al mismo sitio el día 29 de ese mismo mes. Los controles de paso se habrían establecido de la siguiente forma; el día 4 en Belgrado, el 5 en Estambul, el 8 en Herzurum, el 10 en Teherán, el 13 en Herat y el 15 en Kaboul. En esta ciudad se disfrutaría de tres días de descanso, y vuelta a emprender la marcha con los controles siguientes: El 21 en Teherán y el 25 en Estambul. Cuando no se llega a un control se impone la correspondiente penalización. Al llegar a cada una de estas ciudades se realiza un control técnico de los dispositivos de seguridad: limpiaparabrisas, faros, intermitentes, etc. La marca Total organizadora asociada con Citroën, proporciona a los participantes 80.000 litros de gasolina y 12.000 litros de aceite.

Se organizó un concurso consistente en que cada equipo tenía que suministrar una diapositiva en color de cada uno de los países de Oriente que se atraviesan: Turquía, Irán y Afganistán, así como un reportaje de cinco páginas como máximo o una cinta magnetofónica registrada de cinco minutos de duración máxima, acompañada de seis ilustraciones en negro o en color.

Para otorgar los premios se hizo una preselección en la que todos los textos fueron registrados en una cinta magnetofónica que alcanzó la longitud de 26 Kilómetros, 500 metros. De todos estos documentos, se seleccionaron los treinta mejores, que fueron entregados al jurado sin que sus miembros conociesen la identidad de los autores. La calificación de los trabajos-rectificada por las penalizaciones que eventualmente hubieran sido impuestas durante el recorrido-proporcionaría la calificación definitiva del candidato.

Los premios consistieron en diez unidades del modelo 2CV-6 o Dyane-4 a los diez primeros clasificados, amén de 5.000 francos al primer clasificado, 3.000 al segundo, 2.000 al tercero, etc… Otros premios se establecen complementado la dotación inicial aportada por Citroën y Total-OFRF, Cibie, Photo, Lectures pour Tutes, Cine Photo Son L’Equipe, etcétera.

LA AVENTURA DE 1300 JÓVENES

Cuatrocientos noventa y cuatro equipos tomaron la salida, lo que supone un total de 1300 jóvenes, chicos y chicas, de todas las categorías sociales: estudiantes, obreros, empleados, comerciantes, profesionales, etcétera. Y no sólo procedentes de Francia, sino también de Alemania, Inglaterra, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Holanda, Italia, Irán, Irlanda, Luxemburgo, Marruecos, Noruega, Suiza, Túnez, Yugoeslavia e incluso de Nueva Caledonia y Nueva Zelanda. De todos ellos regresaron 320 equipos dentro del plazo establecido, 213 sin ninguna penalización. En total fueron presentados a Citroën 285 trabajos para participar en el concurso.

Para Citroën no era una cuestión publicitaria el organizar este viaje; se trataba simplemente de dar una respuesta a los jóvenes clientes ilusionados con el deseo de hacer un viaje a lejanos países. Desde la aparición del 2CV en 1948 todos los años una gran cantidad de jóvenes se han dirigido a los directivos de la marca solicitando alguna ayuda para realizar su proyectado viaje. A todos les invadía un espíritu aventurero que nos parecía muy positivo, pero no podíamos ayudarles a todos. Por eso quisimos ofrecerles un objetivo, ni más ni menos.

Este objetivo lo han alcanzado casi todos los que tomaron la salida de Rundis. Los vencedores de este Raid no son solamente los equipos que se han distinguido por sus trabajos y han sido premiados por el jurado. En realidad los vencedores han sido todos los que han llegado a Kaboul y han regresado con el equipaje rico en recuerdos irremplazables y con una experiencia que les ha ensañado que las más grandes victorias no son aquellas que se arrebatan en competición con los demás, sino las que se obtienen venciéndose a sí mismos. Conjuntamente con otras compañeros han construido algo: una parte de la propia vida, un momento de entusiasmo, de camaradería o de solidaridad que no olvidarán jamás

Publicamos a continuación el trabajo que mereció el Primer Premio.

Continuación